A casi tres años de la llegada del coronavirus a nuestro país, cada vez es más complejo recordar en detalle el escenario al que nos enfrentamos cuando la pandemia era aún una situación novedosa, que ninguna institución o persona sabía bien cómo abordar.
Todas las áreas de nuestra vida sufrieron modificaciones: el trabajo, el estudio, la familia, las instancias de socialización y también las formas de hacer trámites o comprar. Pese a la variedad de aspectos que la crisis sanitaria afectó, hay un denominador común en todas ellas: para seguir funcionando durante la pandemia, en la mayoría de los casos, se recurrió a herramientas tecnológicas y dispositivos digitales. De ahí que podamos afirmar que la pandemia impulsó una transformación digital forzada o acelerada.
En ese sentido, uno de los primeros datos que entrega el segundo estudio “Barómetro de Bienestar Digital” realizado por Fundación Nativo Digital, en conjunto con Movistar, es la incorporación de tareas más funcionales y complejas al usar dispositivos electrónicos, frente a actividades más pasivas, como estar en redes sociales o ver películas. Así, en la generación Y -que son quienes tienen entre 22 y 41 años-, estudiar en línea (38%), teletrabajar (66%) y hacer trámites (88%) destacan como las actividades que tuvieron un mayor incremento, si comparamos la actual medición con la del 2020.
Sin embargo, aunque más del 50% de la gente afirmó sentirse más cómoda trabajando y estudiando desde casa, en ambos casos reconocen que es menos efectivo el proceso, y que logran mayor eficiencia de forma presencial.
Otro elemento importante fue, la necesidad de estar siempre conectados, que se manifiesta en que sobre un 70% de los encuestados admiten que lo primero y lo último que hacen en el día, es revisar su teléfono celular.
Podría pensarse que, al tener mayor presencia en el ecosistema digital, los usuarios podrían ser más competentes y saber desenvolverse correctamente en internet. Sin embargo, en todas las generaciones (X, Y, Z) prevalecen conductas de riesgo, como mantener perfiles de RRSS de forma pública, no leer nunca los términos y condiciones de uso de las apps, y utilizar la misma contraseña en más de una cuenta.
Solo disminuyendo conductas de riesgo y habitando los espacios digitales con responsabilidad y mayor conocimiento, podremos afirmar que la pandemia significó un verdadero avance en materia de transformación digital. Sin bienestar digital, seguridad y buen uso de las tecnologías, la pandemia solo nos habrá obligado a pasar más tiempo frente a las pantallas.